Gracias a ti Señor, por ver lo cansado que estaba y dejarlo descansar. El dolor ha desaparecido; la paz es hermosa. Dio una buena pelea, el amor lo rodea. Dios vio que él estaba cansado y una cura no era posible. Así, que lo arropo con sus brazos y murmuro a su oído, “ven conmigo.”
                 Un corazón de oro dejo de latir, unas manos trabajadoras a descansar. Rodolfo nos ama a todos y siempre estará con nosotros. Dios rompió nuestros corazones para demostrarnos que el solo lleva lo mejor. Rodolfo siempre estará en nuestros corazones y sus recuerdos vivirán con nosotros eternamente. 

 Service Information